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Optimista por naturaleza, Antonio Banderas cree que “hay que ver la pandemia como una oportunidad para reinventarse” y eso es lo que él ha hecho, creando una nueva productora de televisión y mirando al futuro, con el pensamiento puesto en una escuela para próximas generaciones de artistas.
“Mi espíritu emprendedor sale de la necesidad”, ha señalado Banderas en una charla en el marco de la South Summith 2020 con la creadora de esta iniciativa de innovación y emprendimiento, María Benjumea.
El actor y director malagueño siempre opta por sacar lo mejor de cada momento. “Puedes parar la actividad, ser una víctima de la situación y de las circunstancias o ir hacia adelante y reinventarte a ti mismo”.
Esa ha sido siempre una de las máximas de su vida, desde el comienzo de su carrera como actor. “Pero especialmente con las circunstancias actuales”, ha asegurado.
Cuando comenzó la crisis, estaba rodando una película e iba a iniciar otra. Y su compañía de teatro estaba representando A chrous line en Barcelona.
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Fue el comienzo de una situación “muy complicada”, con todos los proyectos paralizados y un confinamiento de casi cuatro meses que él aprovechó para dar forma a una idea que le rondaba, que era abrir una productora de televisión.
Lo hizo en el mes de mayo y en cuanto pudieron se pusieron manos a la obra para empezar a grabar programas musicales con todas las medidas de seguridad necesarias, desde la desinfección del teatro con ozono, el mantenimiento de las distancias, las mascarillas…”¿Es posible hacerlo?, Sí”, asegura el actor, orgulloso de que no se registrara un solo contagio.
“Nadie se contagió”, dice Banderas antes de añadir, con una sonrisa: “Yo sí, pero fuera del teatro, en otras circunstancias”.
Un ejemplo de que “hay que ver esta pandemia como una oportunidad de reinventarse, de no ser perezoso ni acomodarte” porque, agrega: “cuando esto pase, y estoy convencido de que va a pasar, vamos a salir mejores, apreciando mejor lo que tenemos y teniendo más cuidado con lo que hacemos”.
Y apunta como su secreto la perseverancia y el trabajo duro. El talento es importante, reconoce, pero está limitado. Por eso él nunca ha dejado de trabajar para hacerlo más fuerte.
Pero no solo como actor, también como director y productor, facetas en las que considera esencial crear el medioambiente más adecuado.
En ese punto pone de ejemplo a su ciudad natal, Málaga, que hace dos décadas hizo una apuesta enorme para transformarse, primero para sus ciudadanos, con un ambicioso plan de peatonalización, y luego para convertirse en un polo cultural.
El Centro Pompidou, el Museo Picasso, el Thyssen o el CAC, además de Festival de cine de Málaga reinventaron la ciudad y en ese momento entró él con un proyecto que empezó con el Teatro del Soho, pero que tiene muchos otros elementos por delante. “Este virus ha sido una interrupción, pero no me va a parar”, asegura convencido.