La película Dune 2 está generando además de un impacto en las personas por regresar a las salas de cine, una especie de movimiento político-reflexivo muy curioso en las redes sociales en donde personas del común la está tomando para hacer análisis y paralelismos sobre el mundo político y la realidad actual. Pareciera que quisieran que fuera un documental en lugar de ficción ¿Por qué está sucediendo esto? Un fenómeno que no se había visto en mucho tiempo y que tampoco ni los libros, ni la película del 84 o incluso la primera parte de esta misma saga logró
Es interesante observar cómo ciertas películas, como “Dune 2” trascienden el entretenimiento para convertirse en catalizadores de discusión y reflexión sobre temas actuales, las obras de ciencia ficción a menudo exploran temas universales como el poder, la política, y la supervivencia humana y preciso en este momento estamos en tiempos de cambio político y social. Los personajes de la película reflejan las luchas y desafíos que enfrentan las personas hoy, que actualmente están sucediendo, es por que esto tal vez que muchos se ha sentido identificados y preferirían que la historia de un salvador fuera real, que esta película fuera un documental, pero al igual que en Arrakis, los peligros de una figura mesiánica mal llevada también se están viendo en este preciso momento con algunos personajes en la política mundial de lo que han llamado “la nueva ultraderecha 2.0” en algunos artículos sobre el tema.
En nuestra sociedad en donde la realidad a menudo supera la ficción, que vemos que libros como “1984” o “Un mundo feliz” quedaron pequeños ante nuestros miedos más distópicos, las películas como “Dune 2” se convierten en algo más que simples historias; se transforman en plataformas para la reflexión y el debate, al igual que en la sociedad actual, la película se sumerge en las complejidades del poder, la resistencia y la lucha por la libertad. La lucha de los Fremen por su hogar, Arrakis, no es solo una batalla por recursos, sino también una lucha por la identidad y la autonomía, esta narrativa encuentra ecos en los movimientos contemporáneos que buscan resistir la opresión y reclamar la agencia sobre su futuro.
También habla sobre recursos y colonialismo, sobre ecología y cambio climático, reflexiona sobre el liderazgo y no sabemos si Denis Villeneuve lo hace a propósito, pero lo hace. Lo que si sabemos es que tuvo que cambiar el final para que las personas lograran entender que Paul Atrides no es un héroe sino una persona que sucumbe ante el demonio del poder justo como lo hemos visto en gobiernos que subieron buscando un cambio social verdadero y terminaron pero que los anteriores causando “la gran decepción” que es lo que lleva a coronar a estas figuras “mesiánicas” como nuestros nuevos líderes.
La especia Melange, el recurso más valioso del universo de “Dune”, es un claro paralelo con los recursos naturales de nuestro mundo, como el petróleo y los minerales raros, la explotación de Arrakis por potencias externas refleja la historia del colonialismo y la extracción de recursos, un tema que sigue siendo relevante en el debate político actual, el desértico paisaje de Arrakis y los esfuerzos de los personajes por transformarlo plantean preguntas sobre la ecología y la sostenibilidad, en una era de cambio climático y degradación ambiental la película es una advertencia sobre el impacto humano en el planeta y la necesidad urgente de cambiar nuestras prácticas mostrando el agua como algo sagrado y como no hay que desperdiciar ni una sola gota ni siquiera llorando, el personaje de Javier Bardem es el típico navegante de las redes sociales esparciendo mitos, leyendas, una víctima de la posverdad que al no tener educación cree saberlo todo muy al estilo de los colombianos y por el otro lado tenemos a la mamá de Paul, inteligente, manipuladora, calculadora, fiel reflejo de muchos que pueden tomar a un rebaño y moldearlo como quieren.
El viaje de Paul Atreides como líder mesiánico invita a los espectadores a reflexionar sobre la naturaleza del liderazgo y el poder. ¿Qué cualidades son necesarias para un buen líder? ¿Cómo pueden los líderes evitar la corrupción y el abuso de poder? Estas son preguntas atemporales que la película trae a la vanguardia, preguntas tan viejas como la biblia que vuelven una y otra vez a resonar y a tomar importancia, no es solo una película; es un espejo que refleja nuestras propias luchas y aspiraciones que nos desafía a mirar más allá de la superficie y a considerar las implicaciones más profundas de nuestras acciones y de nuestro sistema político.
Dune: Parte 2, dirigida por Denis Villeneuve, está actualmente en cines. Protagonizada por Timothée Chalamet superando todas las expectativas con un personaje lleno de matices que evoluciona para convertirse en Maud’dib, el líder que reúne a los pueblos en una cruzada contra los invasores y con Zendaya (Chani) y Rebecca Ferguson (Jessica) desempeñando roles cruciales.
Lo más impresionante de la película es el sonido, por eso es obligatorio verla en cine, la música de Hans Zimmer es un festín para los sentidos y contribuye al impacto emocional de la película acompañando las imágenes cuidadosamente diseñadas, transportando al espectador a un mundo fascinante.
@felipeszarruk
