Por Juan Rodriguez Flores, Editor Ejecutivo
Según los estudiosos del tema, la frontera entre Estados Unidos y México es una especie de laboratorio en el que se están produciendo enormes cambios en diferentes ordenes de la vida. Lo mismo en las manifestaciones sociales que, en el campo de la política, la moda, la música, la gastronomía y el arte en general.
Todas estas fuerzas se mezclan para configurar una nueva y fascinante realidad, de la que surgen audaces propuestas creativas que se renuevan y transforman constantemente.
Es dentro de este entorno donde los talentos e imaginación de Víctor Miranda han encontrado el espacio perfecto para crecer y desarrollarse. Tanto así que, en un lapso de tiempo relativamente corto, ha comenzado su carrera de compositor e interprete de varios géneros musicales (Hip Hop, Reggaetón, Trap, Rythm & Blues) en forma paralela a la empresa de diseño de ropa que fundo bajo el nombre de Human Connection (Conexión Humana).
Originario de San Diego, California, Víctor Miranda tiene una de sus principales bases de operaciones en Tijuana, Baja California. Y fue aquí donde se llevó a cabo el dialogo que el y yo tuvimos recientemente, cuyas palabras reproduzco a continuación.
Movido por la curiosidad
Mi encuentro con la música se produjo de forma casi natural, en un evento que tuvo lugar en Ensenada del que yo fui patrocinador con mi marca de ropa. Mientras organizaban todo lo relacionado con la parte musical yo estuve observando, con curiosidad, que era lo que hacían. Y me pareció que no sería difícil para mí componer e interpretar canciones del mismo estilo. Platique con los productores, nos hicimos buenos amigos y quedamos de organizar algo juntos. Mientras yo escribía la letra de mi primera canción, ellos componían los beats y las bases rítmicas. Luego nos vimos en el estudio y grabamos lo que teníamos. En esa canción puse todos los temas sobre los que me interesa hablar, y que son los mismos que sirven de inspiración a mi ropa: la energía, las buenas vibraciones, el poder creativo que hay en cada uno de nosotros, la expresividad como motor de la vida, etc.
Un buen comienzo
En esos momentos yo no esperaba nada. Para mi fue, simplemente, una nueva y agradable sorpresa saber que podía escribir, cantar y compartir mis ideas y mis historias con otras personas. Lo empecé a hacer a través de mis redes sociales y hasta yo me sorprendí con la reacción tan buena y positiva que tuve con esa primera canción. Lo mismo paso con las siguientes que escribí. Mis amigos (productores) quedaron igual de impresionados. Y eso nos dio la motivación que necesitábamos para seguir produciendo otras canciones que también han sido muy bien recibidas. Esto sucede porque, a pesar de que yo nunca había cantado antes, pude hacerlo bastante bien. Tanto que la gente que me conoce por mi ropa, mis tatuajes y mi forma de entender el universo, siente y percibe la buena onda con la que estoy incursionando en la música. Recibo mensajes de diferentes partes del mundo, en los que me felicitan por el contenido de las letras que escribo.
Frente a la Pandemia
Mi trayectoria en la música es relativamente nueva, comparada con la de otros artistas. Pero estoy seguro de que siguiendo el plan de promoción, marketing y relaciones públicas que ya tengo diseñado sabre llegar a los objetivos que tengo trazados para después de estos primeros tres años. Todo iba muy bien hasta la llegada del Covid-19. La Pandemia me obligo a cambiar los planes. De repente ya no pude seguir haciendo conciertos, ni ir a grabar a los estudios. Uno de los proyectos que tenía era el de vivir y trabajar (cantando y componiendo) por algún tiempo en CDMX. Ya hasta tenía departamento alquilado, pero tuve que cancelarlo. En vez de eso me fui a pasar unos meses a Tulum, que era el único lugar abierto en México durante la crisis del Covid-19. La temporada que estuve por allá me sirvió para poder conocer lugares y gente. Estar conmigo mismo, solo, durante ese viaje, me ayudo a reinventarme y a entender el proceso por el que estoy pasando dentro del arte, que es el de complementar el diseño de ropa con la música.
Ni yo mismo me lo creo
A veces pienso en mi como si fuera otra persona, viendo los logros y éxitos que he tenido haciendo algo que nunca pensé que podría llegar a hacer. En ciertos momentos ni yo mismo me la creo. Pero es que es algo que me gusta y disfruto mucho. Estar en un escenario, cantando enfrente del público, es una emoción muy especial y única. Como la vez que me presente durante un festival en Ensenada. Había miles de personas, y fue una gran experiencia sentir la buena vibra y las reacciones que tenían hacia lo que yo les estaba cantando. Ese fue el concierto mas grande en el que he participado hasta ahora. Lo recuerdo bien porque sentí una conexión muy especial entre yo y mucha gente. Ahí pude darme cuenta de que podía ser un artista inspiracional para quienes tienen una sensibilidad abierta y receptiva hacia propuestas musicales como las que yo traigo, que son muy diferentes a las tradicionales.
Una persona normal
Yo creo que todos tenemos potencial para hacer realidad aquello que soñamos. Lo único que se requiere es aceptar, con nosotros mismos, el compromiso, el riesgo y la responsabilidad que significa hacerlo. Mucha gente habla, y habla, sobre los planes que tiene para darle un cambio a sus vidas, pero nunca cumplen con ese propósito. Lo único que hacen es quejarse y poner pretextos y obstáculos para justificar por qué no toman acción. Yo digo que el único limite que tenemos, para poder desarrollar nuevas formas de comunicación artística y espiritual, somos nosotros mismos. Con mis canciones trato de hablarle de eso a la gente. Es como tratar de cambiarles el chip para que entiendan lo importante que es tomar la decisión, cualquiera que esta sea, y transformarse en lo que quieren ser. En mi caso, la música me esta ayudando a expandir los horizontes creativos y artísticos que tenia hace tres años. Pienso que en el momento que pude ser capaz de escribir mi primera canción comencé a pasar por un proceso de crecimiento y evolucion que no había conocido antes. Y me siento muy feliz por ello. Despues de la musica y el diseño de ropa hay muchas otras metas que quisiera alcanzar. Tengo el deseo, la capacidad y la inspiracion para hacerlo. Soy una persona normal con ganas de seguir creciendo.